Soy
morado y hueco. No soy de este país. Llegué en un avión, envuelto
en papel y una bolsa blanca. Llegué con un alfajor y un bombón,
pero ya no están. No sé qué les pasó. Al lado mío hay un
congénere. Es de madera. Se ve decrépito y huele mal. Parece haber
muerto. Temo por mi futuro en este estante blanco y frío, agobiado
por montones de tazas de todos los tamaños y un colador.
***
¡No hay
peligro! Esta mañana me metieron en un bolso con un termo de acero,
una bombilla panzona y yerba peperina. Volví a ver la luz en un
parque con un lago, hacía sol y había montañas. Entendí que a
pesar del largo trayecto que he recorrido nada cambió. El pasto
sigue siendo verde y el cielo azul y blanco.
***
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