domingo, enero 29, 2012

Destino

Eran las 3 PM y ella cerró la puerta de su oficina. Una pequeña gota de sangre quedó en el picaporte. Caminó por el pasillo y cruzó un comentario con John Jairo, el Gerente Comercial, quien a pesar de felicitarla por su última exposición acerca de “Optimización de los recursos” no notó el rastro de sangre que brotaba de sus muñecas.
Esperó pacientemente el ascensor y bajó al 1er piso sola. Ese pequeño privilegio le permitió recogerse el cabello y pintar sus labios. Salió del edificio espejado y caminó por la calle 90 en dirección a la autopista norte. El rastro de sangre de su antebrazo cortado marcó la acera con sus últimos pasos por este mundo.
Se compró una arepa en un puesto callejero y se relamió con cada bocado. Implacable, la sangre había manchado su traje beige inmaculado. Ninguno de los transeúntes parecía notarlo. Caminando se perdió entre la muchedumbre. Jamás llegó a destino. 

jueves, enero 12, 2012

Cama para tres

“Esta cama es de dos plazas pero cabemos tres”, pensó la mujer y miró al hombre a su lado. Acarició su melena rubia y recordó aquel novio de lacio cabello castaño y canas, imaginó el contorno de sus ojos, la curvatura de sus pestañas y la paz de su mirada. Suspiró y mojó sus labios, pudo sentir en su boca aquellos deliciosos besos del pasado.