Metió la taza de café en el microondas y puso en el timer 1' 30''. Encendió un cigarrillo y dio una pitada. Tomó su celular y tuiteó: “A lo que estoy calentando no se le puede llamar café #coffeebreak”. Suspiró y leyó el siguiente subtítulo del informe: “Donaciones y exenciones de impuestos. Leyes vigentes”. Se aburrió desde antes de comenzar a leer. Saludó a Micaela. Sonreía mientras halagaba su camisa rosada. En realidad, lo puso halagüeño el escote generoso. Dio otra pitada a su cigarro. Sonó un beep. Sacó la taza. Fue el minuto treinta más largo del día.
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